viernes, 20 de diciembre de 2013

Cómo no ponerme bolita esta Navidad

 

    Todas y todos, o la mayoría, sugestionados por las grandes marcar, abandonamos nuestros 3d-wallpapers-gt-d-wallpapers-6047-hd-widescreen-wallpapersprudentes hábitos de ahorro y vida saludable. Claro, esto tendrá sus consecuencias inmediatas en nuestra economía, y a corto plazo en nuestros cuerpos.

      Así que hoy, respecto de nuestros hábitos saludables, queremos dejaros unas notitas para que, de alguna manera, compensemos esos excesos y defectos (en el caso de la actividad física), y evitemos, así, que las consecuencias poco saludables sean demasiado notorias.

Día de compensación o prevención ante una comida copiosa.

   Estos días tenemos muchas comidas familiares o de empresa. Para que no se acumulen, será imageinteresante que los días previos y los posteriores, seamos especialmente cuidadosos con el equilibrio de nuestra dieta.

      Por ejemplo: Si nos vamos a pasar, o nos hemos pasado de hidratos o azúcares, intentar aumentar las frutas y verduras para compensar. Lo mismo con las grasas.

Dulces navideños a partir del 24 de Diciembre.

     Aunque las casas comerciales quieran que empezemos con la Navidad y sus excesos desde septiembre, si podemos retrasar la compra e ingesta de los típicos e hipercalóricos dulces navideños hasta el mismo día de Navidad, a buen seguro, nuestro cuerpito serrano nos lo agradecerá.

Aperitivo 20 minutos antes de una comida o cena navideña.

     Esta es una de las más inteligentes formas de no tener que usar nuestra fuerza de voluntad, tan gastadita en estas fechas. Si 20 o 25 minutos antes de una pasada navideña, nos comemos una fruta, zanahoria, o algo por el estilo, según el gusto del consumidor, (como decía mi abuela); nuestro cerebro, al llegar esta leve subida de azúcar, anulará la señal de hambre, por lo que podremos ser más comedidos en esa siguiente comida.

Afrontar las bebidas alcohólicas con inteligencia.

     Con el alcohol, la más inteligente medida es tomar las decisiones antes de probarlo. Es decir, decidir en casa y en frio cuantas copas me voy a tomar. (ni una más). Si voy a tomar, no voy a llevar coche, etc.

     Durante la comida, también puede ser muy interesante combinar dos bebidas, una con y una sin. Por ejemplo un buen vino, una copita sólo, con agua a discreción. Es decir, si quiero saborear el vino en combinación con la carne o queso, pues doy un sorbito, pero si tengo sed y voy a dar un trago largo, cojo el baso de agua, o cerveza 00, si me da corte beber agua…

Platos deliciosos, saludables y baratos en cantidades calculadas.

    Mejor medir bien los platos antes de servirlos, que poner fuentes para autoservicio. Y si es posible, los platos algo más pequeños. Lo grande, si queremos montar una mesa con estilo, pueden ser los bajoplatos. Los hay de muchos materiales y precios en el mercado. Quedarán muy elegantes con unos platos más pequeños en su centro.

 

    En fin, sobre todo os deseamos que disfrutéis de las pequeñas cosas, la mirada de los hijos e hijas, los abrazos de reencuentro, los besos de enamorados, las actividades juntos al aire libre… Todo esto es mucho más sano, más barato, y las consecuencias son del todo positivas para nuestra salud.

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